martes, 25 de enero de 2011

Hecha la ley, hecho el hecho

Una de las supersticiones más comunes entre nuestros políticos es la de creer que cuando algo está escrito o garantizado en una ley, ya está todo el trabajo hecho. Más de una vez, al señalar algún dato que contradecía a alguno de nuestros próceres, me soltaban eso de “¡pero si eso está garantizado por la ley!”, o algo similar. El dato daba lo mismo, claro, sobre todo si no interesaba en ese momento.
Esa mentalidad, a veces, acaba en cosas curiosas, como esta que les presento aquí. Todos sabemos que la Logse extendió la escolarización obligatoria hasta que el alumno cumple los 16 años. Menos saben que también lo hacía la Ley General de Educación de 1970 (LGE), aunque lo cierto es que, al no ser una enseñanza común y a que no hubo un empeño político real –reglamentos que desarrollaran este punto y establecieran sanciones, por ejemplo– por conseguirlo, pues a lo más que llegó esa Ley, y veinte años después, fue a escolarizar el 92% de la población de esa edad.
De todas formas, no estuvo mal para las cifras de las que se partía, como muestra este párrafo:
“En el curso 1986-87 se ha alcanzado la escolarización completa de los niños de 5 a 13 años, mientras que en 1967 aún estaba sin escolarizar el 46% de la población de los primeros y el 36% de los segundos. De cada cien jóvenes de 14 años, sólo 39 disponían de una plaza escolar en el 67, mientras que en el curso 1986-87, la tenía el 92. Entre los jóvenes de 15 años, el porcentaje pasó del 25% al 78%, mientras que el caso de los de 16 (16% en 1967 frente a 60% en 1986) y 17 años (12% frente a 53%) el avance ha sido espectacular.” [Libro Blanco Para la Reforma del Sistema Educativo, Ministerio de Educación y Ciencia, 1989, pág. 32].
Como ya vimos, ese crecimiento espectacular fue proporcionalmente mayor entre las mujeres que entre los hombres.
Decía que a veces uno se encuentra con cosas curiosas. Reviso muy a menudo las estadísticas del Ministerio de Educación, tanto por trabajo como por gusto (cada uno es esclavo de sus vicios), y hace unos meses me encontré con una cosa rara: la serie de la tasa neta de escolarización a los 15 años me aparecía llena de “cienes” a partir de 2000. Me resultó raro, porque la miro de vez en cuando y recordaba que esa serie tenía otros datos. Como uno ya es perro viejo, suelo guardar cada cierto tiempo las estadísticas educativas en mi ordenador (no sólo las del Ministerio), me fui a mi última “copia de seguridad” y, efectivamente, los datos habían desaparecido. Poco después también desaparecieron los “cienes” y se quedó como está ahora (tabla 6), las celdas vacías y una escueta nota que dice:
"(1) A partir de este curso se produce la implantación generalizada de la escolaridad obligatoria en esta edad."
Naturalmente, esto no es cosa de los estadísticos del Ministerio, tiene más pinta de orden política y, aunque tengo mis sospechas, no sé de dónde partió la orden. Desde luego, de alguien a quien no le gusta que su querida ley vaya por un sitio y la realidad por otro.
A estas alturas me he dado cuenta de que no he explicado de qué va eso de la tasa neta de escolaridad a una edad determinada. Existen dos tasa de escolaridad, la bruta y la neta. La tasa bruta es el porcentaje de alumnos en el curso correspondiente a una edad teórica sobre los habitantes de esa edad. La tasa neta es el porcentaje de alumnos escolarizados a una edad (sea el curso que sea) sobre los habitantes de esa edad. La tasa bruta nos dice cuánta gente hay escolarizada en un curso sobre el total de la población, mientras que la neta nos habla de la cantidad de alumnos de una cohorte de edad determinada que continúan en el sistema educativo.
Por tanto, si el Ministerio dice que el 100% de los alumnos de 15 años están escolarizados está diciendo que todos los alumnos de esa edad están en el sistema educativo. Todos. No existe el absentismo, ni existen colectivos donde las chicas a los 12 años desaparecen de la escuela (a veces para casarse), no existen lugares (playeros y rurales) donde aún los chicos abandonan la escuela para “echar una mano en casa” (de algún sitio tengo noticia de que esto se hace con la anuencia de padres, centros e inspección, por lo menos), no existen muchos otros casos. Es decir, que decide renunciar a la realidad y trampear con los datos. Para qué vamos a buscar a los que faltan si ya dice la ley que están escolarizados.
Por supuesto, existe un –llamémosle así– “absentismo técnico”, es decir, parte de los chicos que dice el censo que viven aquí a lo mejor han emigrado, o se han muerto, o son errores estadísticos, o se han vuelto a su país (también es probable que en el censo nos falten inmigrantes). Es decir, no es real. Pero eso supone, como mucho, unas pequeñas décimas porcentuales sobre la cohorte total. Pero no explican todo lo que falta. Ahora que lo pienso, no les he dicho lo que falta. Aquí tienen la tabla (con los datos que calculó el Ministerio en su momento y los que ya no, y que he tenido que elaborar yo):

Evolución de la Tasa Neta de Escolarización a los 15 años (1999-2009)
199920002001200220032004
Población 15 años504.174483.689465.987454.372447.912443.197
Escolarizados 15 años473.313471.141454.287443.303436.897438.153
Tasa Neta de Escolarización93,997,497,597,697,598,9
 
200520062007200820092010
Población 15 años439.728439.660438.307436.251433.236--
Escolarizados 15 años432.892428.453429.385437.009432.128--
Tasa Neta de Escolarización98,497,598,0100,299,7--
Fuente: INE. Estimaciones de la población actual y estimaciones intercensales; y Ministerio de Educación. Las cifras de la Educación en España. Estadísticas e Indicadores. Varios años. Los datos corresponden a las enseñanzas de régimen general.

Como ven, la Logse fue responsable de escolarizar a un 5% más de población de 15 años de la que ya se había escolarizado con la LGE (desde el 93% de principios de los 90 al 98% de 2007). Lo digo porque cuando oyes hablar a algunos, parecería que ha sido el 50%, como se consiguió con la LGE (de hecho, pocos de los que se les llena la boca con los grandes logros de la Logse conocen ese dato: ni se han molestado en mirarlo).
En 2008 entra en vigor la LOE, que introduce un enganche para alumnos de 15 años, los PCPI, una especie de pequeño itinerario para alumnos descolgados que introduce una enseñanza básicamente profesional el primer año (otorga una cualificación profesional de Nivel I), aunque su segundo año vuelve a la teoría para conseguir que los alumnos saquen de nuevo el título de ESO. Ese 100,2 de 2008, de todas formas, hace sospechar que hay alumnos inmigrantes escolarizados pero no censados, lo que podría explicar algún pico como el de 2004.
Como ven, a nuestro sistema educativo le faltaba por escolarizar a un cierto porcentaje de alumnos de 15 años, uno de cada cincuenta más o menos, cuando se decidió prescindir de los datos. Es algo que ocurre en toda Europa, no es nada raro. Lo que es ridículo –por lo menos– es tapar el dato y dejar de esforzarse por mejorarlo.