jueves, 28 de enero de 2010

Homenaje (II)

Un segundo apunte de este homenaje particular a los españoles, muchas veces dejado de lado, pero que para mí es importante: cómo ha evolucionado el nivel educativo de los españoles dependiendo del tamaño del municipio de nacimiento. Siempre se incide en las desigualdades por sexos en la educación, o por comunidades autónomas, lo que es, por supuesto, importante. Pero no menos importante es que los niños que nacen en una gran ciudad tengan las mismas posibilidades de estudiar hasta donde ellos quieran que los que nacen en el pueblo más pequeño de España (hoy por hoy Illán de Vacas, en Toledo, aunque con cinco habitantes no creo que haya visto muchos nacimientos en los últimos lustros).


En el gráfico representa, como el anterior, la evolución de la media de los estudios de los españoles, esta vez por el tamaño del municipio de nacimiento. En él podemos ver cómo el tamaño del municipio de nacimiento parece condicionar las posibilidades de desarrollar estudios, al menos en parte, y que eso ha sido así desde hace muchas décadas. Los datos del gráfico (ver nota metodológica) se refieren al tamaño del municipio en 2001, no cuando la persona de referencia nació, lo que introducirá alguna distorsión en el gráfico (sobre todo entre los de más edad), pero no hay otra cosa.
Lo primero que se observa en el gráfico (al menos yo) es que las líneas son bastante paralelas, aunque en la última década contemplada por el gráfico parecen converger, es decir, la desigualdad parece disminuir. Desde luego, las líneas correspondientes a los municipios con menos habitantes crecen más, y si miramos los mínimos (la enseñanza obligatoria: este dato no aparece en el gráfico) los nacidos en 1975 tenían un fracaso escolar muy similar nacieran en el ámbito rural o el urbano. La diferencia se encontraba aún en los niveles altos, sobre todo la universidad: a ello se debe que los nacidos hacia 1974 en grandes ciudades parezcan disminuir su nivel educativo, cuando es efecto más bien de los que están en la universidad y aún no han titulado.
Si esto se une al proceso de igualación de unas comunidades con otras, y el paralelo proceso de convergencia con Europa Occidental, parece que la LGE, los Pactos de la Moncloa y los españoles dieron de sí lo bastante como para sentirnos satisfechos: el sistema parecía aunar el proceso de disminución de diferencias relativas con una elevación muy pronunciada del nivel educativo medio de los españoles. Pero esto no nos parecía bastante, y cambiamos la Ley.

Homenaje (I)

Bienvenidos a este blog, que pretende escribir sobre temas de Educación en general, con una clara querencia por los datos y los estudios frente a las ideologías, los intereses y las opiniones de los actores. Este blog pretende ser una extensión del Instituto F de Investigación Educativa (página aún en construcción).


Como primer tema quiero empezar por un homenaje. ¿A quién? Las versiones al uso del gran aumento de la escolarización de los españoles siempre ponen de relieve los dos grandes hitos que protagonizaron tal aumento: la Ley General de Educación de 1970 (LGE, en versión BOE aquí) y los Pactos de la Moncloa de 1977. La LGE modernizaba la estructura de la enseñanza española, mientras que los Pactos comprometían la financiación suficiente como para desarrollarla en todos los lugares de España. Aunque implícito, siempre se olvidan de nombrar al protagonista más importante: naturalmente, los españoles.
Porque fueron los españoles los que, cuando se les dio la oportunidad, se lanzaron a estudiar exactamente igual que en el resto de Europa Occidental unos años antes, lo que venía a demostrar que el atraso histórico de España se explicaba por circunstancias políticas y económicas. En cuanto pudieron, millones de padres alentaron a sus hijos a llegar a la universidad, aunque en la mayoría de los casos su experiencia educativa no pasaba de unos años en una escuela rural (por cierto, muy buena en buena parte de los casos). El resultado se puede ver en el gráfico, que representa el nivel de escolarización medio de los españoles medido en años, por cohortes de edad (año de nacimiento en el gráfico), de acuerdo con el Censo de Población y Viviendas de 2001 (ver metodología aquí).
Muchas veces creemos que aprovecharlas oportunidades no tiene mérito, que es lo normal. Yo creo que no (y menos en España): lo que se consiguió en esos años fue también que las regiones españolas con más retraso educativo comenzaran a ganar terreno a las mejor formadas, de manera que no solo España se acercaba a la famosa convergencia con Europa, sino que las propias regiones españolas se apuntaban a nuestra convergencia particular, contribuyendo a difuminar los fuertes desequilibrios de nuestro propio país. De hecho, hubo una comunidad que desaprovechó la oportunidad, y apostó por otro modelo de negocio que no les resultó nada mal, al menos económicamente. Pero esto será materia de otro post.
De todas formas, en el gráfico no se observan cambios de tendencia claros que permitan afirmar la importancia de la LGE o de los Pactos de la Moncloa. Quizás fueron los instrumentos que permitieron continuar con la elevación del nivel educativo de los españoles, sobre todo en los niveles altos, pero la tendencia había comenzado muchos años antes, más o menos con los nacidos alrededor de nuestra Guerra Civil.
Si se analiza por sexos, la curva correspondiente a las mujeres es bastante lineal en su evolución ascendente, pero la de los hombres tiene un cambio de tendencia que se sostiene desde los nacidos en la segunda mitad de los años 50, lo que permite que las nacidas a principios de los 60 ya consiguieran un mejor nivel educativo que sus contemporáneos varones. No tengo más que hipótesis muy vagas para explicarme lo ocurrido, y de momento no puedo sostenerlas con ningún dato, siquiera sea indicativo (se admiten propuestas).
En fin, y aunque no sé nada de economía, me parece que lo que está detrás de la prosperidad española desde la transición no es el ladrillo (que es en parte una consecuencia de la prosperidad, no su causa), sino la elevación general del nivel educativo de los españoles. Y que es la deficiente estructura económica de España la que está desaprovechando en parte el caudal de posibilidades que esta nueva circunstancia ofrece. Y, por cierto, a esa generación de estudiantes no pareció importarles demasiado que sus padres no hubieran estudiado, aunque ése parezca ahora el gran problema de nuestra enseñanza.
Un aviso, esta es la evolución en 2001: luego el cuento cambia bastante.

Metodología: Homenajes I y II

Los datos están extraídos del Censo de Población y Viviendas 2001 del INE, en concreto de los “Resultados detallados en versión accesible”. Por tanto, no son datos muestrales sino censales, y no tienen margen de error (al menos muestral).
Para ambos gráficos se ha utilizado en el eje de abcisas el año de nacimiento de cada cohorte, incluyendo solo los nacidos entre 1926 y 1976: antes de 1976, además de la reducción significativa de la cohorte debido a los fallecimientos, la mayor longevidad de las mujeres puede alterar el gráfico; los nacidos después de 1976 tenían en 2001 como mucho 25 años, y aún no habían acabado su formación (especialmente los niveles universitarios).
En el eje de ordenadas se pretende representar la media de años de escolarización efectiva de cada cohorte. Para ello se ha utilizado  el dato de la máxima titulación alcanzada por los españoles, transformándose en años de escolarización de acuerdo con la siguiente tabla:

Nivel educativo
Años estimados
Analfabetos
1
Sin estudios
3
Primer grado
6
ESO, EGB, Bachillerato Elemental
8
Bachillerato Superior
12
FP de Grado Medio
10
FP de Grado Superior
13
Diplomatura
15
Licenciatura
17
Doctorado
19

Como podéis observar, los años de los niveles con titulación corresponden al sistema de la Ley General de Educación (LGE) de 1970 (EGB, BUP, FP I y II) y no al actual. Ello es debido a que las cohortes más jóvenes representadas en el gráfico seguían estudiando por esa Ley, aunque en 2001 ya estaba en vigor la Logse. Naturalmente, entre las cohortes de más edad algunas titulaciones requerían menos años, por lo que probablemente la pendiente de ambas gráficas debería ser aún mayor. Una cosa más, no se han tenido en cuenta los años de Infantil.
En el gráfico por sexos se han incluido los españoles que vivían en España en 2001, pero en el gráfico del tamaño del municipio de nacimiento sólo se incluyeron los nacidos en España. En esta última gráfica hay que tener en cuenta que el tamaño del municipio corresponde al que estas poblaciones tenían en 2001. Esto puede distorsionar bastante las curvas: muchos de los nacidos antes de 1950 incluidos en la categoría “Entre 100.000 y 500.000 habitantes” en realidad dieron su primer vagido en pueblos de no más de 5.000 almas. Y, por supuesto, se tiene en cuanta donde nacieron, pero no podemos saber en qué lugar estudiaron.
Para hacernos una idea, según el padrón en 2001 (ojo, excel de 1 Mb) sólo había seis municipios con más de 500.000 habitantes: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza y Málaga, mientras que otros 50 tenían entre 100.000 y el medio millón. Entre estos últimos están, por supuesto, muchas capitales de provincia, pero también localidades de la corona de las grandes capitales. En la categoría intermedia hay casi 600 municipios, entre Torrejón de Ardoz (Madrid, 97.546) y Teulada (10.010, Alicante). Entre 1.000 y 10.000 habitantes había 2.516 municipios en 2001, y por debajo de 10.000, alrededor de 5.000. Ni que decir tiene que en muchos casos nada tiene que ver el municipio de nacimiento con el de residencia en 2001: un estudio más completo que tenga en cuenta ambos factores (tamaño del municipio de nacimiento y de residencia) podría arrojar más luz sobre el tema. Quizás un día lo intente.