lunes, 5 de diciembre de 2011

La tesis sociologista del fracaso escolar

Lo que viene ahora es una respuesta a esta anotación que reproduce un comentario que encierra lo que denomino la "tesis sociologista" para explicar los malos resultados educativos de la última década. Los argumentos estaban expuestos en cuatro puntos y así los contesto, señalando los que considero errores:

1. Es un error muy común trasladar lo que funciona en otros países y concluir que si aquí lo llamamos igual, tendrá los mismos efectos. El más clásico es "si en Finlandia X se hace y aquí también, el problema no es X". Sustituya X por lo que quiera (comprensividad es el más habitual), y tendrá el argumento formado. Pero esta variante mecanicista del principio de autoridad es una argumentación muy débil: la educación no se puede reducir a un aspecto sin tener en cuenta todo lo que la rodea, y nunca dos medidas significan lo mismo en dos sistemas distintos. Algo que funciona en Finlandia no tiene por qué funcionar en España.
Con la cuestión de la Educación Infantil puede estar pasando lo mismo. La OCDE dice, en un paper que no debe haber leído casi nadie, que España no está aprovechando la extensión de la Infantil para mejorar la educación (Andrés Fuentes: Raising Education Outcomes in Spain, Economics Department Working Paper nº 666), y propone medidas para mejorar la situación. Quizás la afirmación sea algo exagerada, pues en España sí hay datos que indican que los alumnos con más años de Infantil tienen mejores resultados (en PISA 2009, algo más de 25 puntos netos --controlado el ISEC-- en Lectura, para alumnos nativos), pero es evidente que esa "ventaja competitiva" no se nota en los resultados de nuestros alumnos (el 89% de los evaluados en PISA 2009 en España tenían al menos dos años de Infantil, pero nuestros resultados no son especialmente buenos). No sé si hacemos algo mal en la Infantil o tenemos una Primaria tan mala que anula esa ventaja, pero sin cambios no veo motivo de esperanza en este punto. De todas formas, este es un tema menor.

2. Con el punto 2 estoy básicamente de acuerdo con los datos que están, pero se obvian demasiados datos pertinentes. Las puntuaciones medias en España ni son buenas ni desastrosas, pero hay que saber por qué: básicamente no es porque lo hagamos peor que el resto con los alumnos con peores resultados o con peor nivel socioeconómico, sino porque lo hacemos muy mal con los alumnos con mejores resultados o con mejor nivel socioeconómico (el problema añadido, como luego veremos, es que aunque no lo hagamos mal con los alumnos peores, no les damos la oportunidad de titular ni de seguir estudiando, por lo que nos da lo mismo).
Incluso la afirmación de que no lo hacemos mal con los peores tiene sus problemas, ya que hay un evidente sesgo geofráfico: la mitad norte de España lo hace muy bien con los alumnos con un ISEC peor, y la mitad sur lo hace mucho peor (el problema con los mejores es general). Mi tesis --que no voy a demostrar aquí-- es que el sistema educativo español impide mejorar a los que tienen más posibilidades estableciendo un límite máximo de aprendizaje. Lo que es evidente es que lo hacemos muy mal con los buenos: tenemos el menor porcentaje de alumnos excelentes de Europa (niveles 5 y 6) y que los alumnos con padres que tienen título universitario lo hacen mucho peor en España que en Europa (no digamos en Finlandia). Y ese es nuestro gran problema en PISA: lo hacemos rematadamente mal con los alumnos que tienen más oportunidades.
Pero hay un segundo problema: aunque lo hagamos más o menos bien con los alumnos con peores posibilidades, al tener un fracaso escolar tan elevado, no les dejamos progresar y les condenamos al abandono temprano, a la infracualificación y, tal y como están las cosas, al paro. El "algo que habla muy bien de los efectos compensadores de las escuelas públicas" se queda en nada si sabemos que esta red deja sin título básico a cuatro de cada diez alumnos que acuden a ella. En cualquier país de Europa, un alumno con 430 puntos en PISA puede continuar estudiando y obtener un título de posobligatoria, menos en España. En un porcentaje apreciable, los alumnos que acuden a la pública salen de la escuela con una titulación peor que la de sus padres. El problema de conocimientos e la Logse se queda pequeño ante su verdadero problema, que es el de la titulación, sobre todo básica.

3. El punto 3 es la base de la, vamos a denominarla, "tesis sociologista" para explicar los problemas del sistema educativo. Esta tesis dice que los cambios en los resultados educativos tras la aprobación y puesta en marcha de la Logse se deben a cambios sociales y a la inmigración, y ha sido utilizada principalmente por los logsistas --especialmente El País y CCOO-- cuando se hicieron innegables los resultados de la reforma. No tiene ninguna base y sólo es sostenible ignorando cualquier otro dato que no sea de raiz sociológica y obviando los educativos, e incluso así tiene bastantes problemas, ya que toma la consecuencia como causa.
Si utilizamos sólo los datos que usa la propia tesis, la expansión económica y la inmigración explicarían los cambios que se manifiestan en el año 2000 para los alumnos de 18 años, pero la expansión económica comianza ya unos años antes y la inmigración unos años después, y ninguno de esos factores tiene capacidad para producir una quiebra tal, de un año para otro, en los niveles de titulación: son factores que actúan de forma progresiva, no repentina.
El abandono educativo temprano es causa directa del fracaso escolar, y tanto uno como otro han aumentado cuando se utilizan sólo datos de nativos. Antes de la implantación de la Logse el fracaso cayó en España por debajo del 20%, y comenzó la Logse con el 27% en 2000, antes de la decada prodigiosa y de la inmigración, entre otras cosas porque se retrasó la obtención del título obligatorio dos años.
El problema es que siguió aumentando hasta el 31% en muy pocos años, disparando consecuentemente el abandono temprano. Este segundo aumento coincidió, efectivamente, con la inmigración y la década prodigiosa, que no ayudaron mucho, pero todos los indicadores prefracaso ya venían anunciando el aumento años antes. Los dos principales, las tasas de idoneidad y de repetición (muy parecidas, pero no iguales) ya alertaban a los 8, 10 o 12 años de lo que se nos venía encima. Las últimas evaluaciones confirmaban este hecho: a los 10 años somos capaces de identificar al 90% de los alumnos que fracasan, y algunos datos en alguna CCAA apuntan a que en 2º de Primaria somos capaces de identificar ya al 75% de los que fracasarán a los 15 años. La tesis sociologista es incapaz de explicar por qué los factores sociológicos relacionados con el mercado de trabajo actúan a edades muy tempranas.
En los últimos años, debido a un cambio en la legislación (se deroga la Logse y se cambia por la LOE, que es un poco mejor, aunque no aborda los problemas), el fracaso disminuye, como he explicado aquí. Coincide, sí, a primera vista, con la crisis. Muchos han relacionado la disminución del fracaso y el consiguiente aumento de alumnos con la crisis: suena bien y es verosímil. Pero esa afirmación sólo se puede hacer, de nuevo, obviando los datos.
La disminución del fracaso comienza en 2007, en aquellos felices años donde aún estábamos por debajo de los dos millones de parados, y comienza a ser evidente en 2008. Dos años después llega al indicador de abandono temprano (18-24 años), que comienza a bajar porque hay más gente estudiando por la disminución del fracaso producida antes de la crisis. De hecho, como trataré en otra anotación, el aumento de estudiantes se debe muy mayoritariamente a este hecho y no a la crisis.
Si se analizan con cuidado los datos de la EPA (anonimizada año a año), se ve que el aumento de estudiantes es progresivo y escalonado por años, mientras que si se debiera a la crisis sería bastante similar en cohortes de edades similares. Este es el otro hecho que la tesis sociologista no es capaz de explicar.

4. Totalmente de acuerdo. Sólo hacer notar que esas cohortes no estudiaron con la Logse, sino con la Ley anterior, que funcionaba mucho mejor. En los próximos años, cuando las generaciones de la Logse lleguen a esas edades, se acabará la fiesta. Se ha pasado por alto el hecho de que España no sólo fue el país que más mejoró en los últimos cuarenta años, sino el que peor lo hizo en los últimos diez. Ambos datos estaban en el mismo informe, pero nadie destacó el segundo dato.

Quizás no haga falta cambiar por completo el sistema educativo, pero eso es porque ya se ha cambiado (aunque todavía no se noten las consecuencias), primero con la LOE y luego a través de otras leyes (la LES sobre todo) que han enmendado la totalidad de esta ley, sin participación ni queja, por cierto, del Ministerio de Educación ni de la "comunidad educativa". Aún así, necesita ajustes evidentes en Primaria y en la ESO, por lo menos.
Fue la Logse la que hizo esto, como fueron leyes similares las que hundieron la educación británica, sueca o danesa antes que la nuestra. Ningún estudio metodológicamente serio dice otra cosa. No es un trazo grueso ni una cuestión política: la causa estaba clara pero los políticos se negaban a verlo así (y aún siguen negándolo, no crean).